Gabriele Schulze, de 52 años quien desparecio de su casa hace 12 años, fue hallada hace pocas semanas en el bosque de Suiza donde vivia a la intemperie con la ayuda de los vecinos. Explico que "quería ser libre" y "conocer el mundo".
Según informó en dias pasados el semanario alemán Stern, Schulze, que hace una semana volvio a casa de su hermana en la localidad de Beilzig ( Potsdam, a las afueras de Berlin), de donde se marcho misteriosamente hace más de una década, explicó que fue una "misión psicológica" la que la llevó a romper con la sociedad.
La mujer, hija de un guardabosques, señalo que solo quería ser libre, que no tiene mala conciencia, ya que sus hijos eran mayores cuando se marcho de casa, en 1997, con una pequeña mochila y 500 marcos (250 euros al cambio) en el bolsillo para "conocer el mundo".
Esta singular mujer vivió el último año en un bosque suizo en las inmediaciones de Berna, bajo un refugio de plástico. Antes había vivido en bosques de Italia y Francia. Aseguró que no temía la vida a la intemperie: "El bosque es mucho más seguro que la ciudad", opinó la ermitaña que ha despertado enorme expectación mediática por su capacidad para sobrevivir fuera, sin dar a conocer su identidad.
Schulze, que apenas pesa hoy en día 45 kilos, pero presenta un aspecto saludable y sonriente, se alimentaba de setas, frutos, raíces y lo que encontraba en el bosque. De ahí su apodo, "Waldfrau", que traducido viene a ser "mujer de los bosques ". Recibía ayuda de algunos vecinos, que le suministraban alimentos, y mantenían limpio su "Habitáculo".
Por Edgardo
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Según informó en dias pasados el semanario alemán Stern, Schulze, que hace una semana volvio a casa de su hermana en la localidad de Beilzig ( Potsdam, a las afueras de Berlin), de donde se marcho misteriosamente hace más de una década, explicó que fue una "misión psicológica" la que la llevó a romper con la sociedad.
La mujer, hija de un guardabosques, señalo que solo quería ser libre, que no tiene mala conciencia, ya que sus hijos eran mayores cuando se marcho de casa, en 1997, con una pequeña mochila y 500 marcos (250 euros al cambio) en el bolsillo para "conocer el mundo".
Esta singular mujer vivió el último año en un bosque suizo en las inmediaciones de Berna, bajo un refugio de plástico. Antes había vivido en bosques de Italia y Francia. Aseguró que no temía la vida a la intemperie: "El bosque es mucho más seguro que la ciudad", opinó la ermitaña que ha despertado enorme expectación mediática por su capacidad para sobrevivir fuera, sin dar a conocer su identidad.
Schulze, que apenas pesa hoy en día 45 kilos, pero presenta un aspecto saludable y sonriente, se alimentaba de setas, frutos, raíces y lo que encontraba en el bosque. De ahí su apodo, "Waldfrau", que traducido viene a ser "mujer de los bosques ". Recibía ayuda de algunos vecinos, que le suministraban alimentos, y mantenían limpio su "Habitáculo".
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