jueves, 11 de diciembre de 2008

La policía mexicana incapaz


Por: pablo->visita mi blog sobre la policia mexicana

los super policias

Los Generales: Toman el poder

No conforme con haber asumido su poder político de la mano de los militares para enseguida sacar al Ejército a las calles, el Presidente Calderón decidió entregar también a las Fuerzas Armadas el control operativo de la SSP
Jorge Carrasco Araizaga/APRO

Durante la administración de Calderón, por lo menos dos terceras partes de los estados de la República tienen jefes militares al frente de sus secretarías estatales o direcciones municipales de Seguridad Pública.
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07-12-2008

Tras dos años de frustraciones en la lucha contra el narcotráfico y en medio de las fuertes críticas a su protegido Genaro García Luna, Secretario de Seguridad Pública, el Presidente Felipe Calderón decidió entregar a militares el control operativo de esa dependencia, con lo que reforzó la presencia castrense en su gobierno. El principal instrumento que tendrán los militares en la Secretaría de Seguridad Pública será la Policía Federal, que a partir del próximo año se convertirá en la corporación más poderosa, por el número de efectivos y recursos económicos destinados a tareas operativas de seguridad, incluso por encima del Ejército y la Marina.

Por acuerdo de Calderón, el General de división Diplomado de Estado Mayor Javier del Real Magallanes fue designado Subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial, en sustitución de Facundo Rosas Rosas, mano derecha de García Luna, quien formalmente sigue al frente de la SSP. En los hechos, el General Del Real Magallanes será el hombre fuerte de la Secretaría, pues tendrá bajo su mando directo la Policía Federal, aún pendiente de ser aprobada por el Congreso pero a la que los legisladores ya le autorizaron más de 38 mil efectivos para el próximo año.

Calderón fortaleció de esa manera el control militar de los operativos contra el narcotráfico que, ordenados en cuanto asumió el poder, han dejado casi 8 mil ejecutados en dos años, sobre todo en Chihuahua, Baja California, Sinaloa y Michoacán, a pesar del publicitado despliegue militar.
A partir de 2009, el poder de la SSP se concentrará en el cargo que hasta el jueves 4 ocupaba Facundo Rosas, de quien dependía Gerardo Garay Cadena, ex Comisionado interino de la Policía Federal Preventiva detenido por su presunta protección a la organización de los hermanos Beltrán Leyva. Al ocupar la Subsecretaría de Estrategia e Inteligencia Policial, los militares tendrán el control directo no sólo de las operaciones de la SSP en contra de la delincuencia organizada, sino de los acciones que emprenda esa Secretaría en coordinación con otras dependencias federales y los gobiernos estatales y municipales en todo el país. Con los 45 mil militares que actualmente destina el Ejército al combate al narcotráfico desde la Sedena y los 38 mil 340 policías, en su mayoría civiles, que tendrá bajo su mando el General Del Real Magallanes en la SSP, la cúpula castrense dispondrá a la vez de 83 mil elementos para las tareas de seguridad. El General en retiro Roberto Badillo, Diputado del PRI por Veracruz, explica que la Sedena ocupa entre 40 y 45 mil hombres para el combate al narcotráfico, los cuales son reemplazados por el mismo número de efectivos cada 40 días.

En el caso de la Secretaría de Seguridad Pública, el control de los militares será evidente. De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2009, aprobado por el Congreso, la SSP dispondrá de casi 33 mil millones de pesos, de los cuales casi la mitad, alrededor de 15 mil 248 millones, serán para la Policía Federal. Una vez que tenga el aval del Congreso, la Policía Federal sustituirá a la PFP.

Por ahora, es una corporación de facto que García Luna echó a andar este año sin ese respaldo legal. La supremacía castrense en la SSP se notará también en el manejo del personal, pues la Policía Federal se quedará con el 75 por ciento de las plazas autorizadas por el Congreso para la dependencia. Además, tendrá el control de la seguridad privada en todo el país. El General Del Real Magallanes fue uno de los mencionados para ser titular de la Sedena con Calderón. Pero como comandante de la Cuarta Región Militar, cargo que ocupó hasta el jueves 4, participó en el mando del Operativo Nuevo León-Tamaulipas contra el narcotráfico. Como comandante de esa jurisdicción, que abarca los estados de Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí, Del Real Magallanes sufrió el que hasta ahora ha sido el principal agravio del Ejército en los operativos: el degüello de una decena de militares a manos de narcotraficantes, en octubre. No es la primera vez que el nuevo Subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial ocupa cargos de policía. Al final del régimen del PRI, durante la primera mitad del sexenio de Ernesto Zedillo, estuvo comisionado en la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal. En la regencia de Óscar Espinosa Villarreal, Del Real Magallanes fue director ejecutivo de Políticas de Seguridad Pública cuando el titular de la policía capitalina era el General Enrique Salgado Cordero.

Junto con otros militares, ambos generales tuvieron que dejar sus cargos a raíz del escándalo desatado en septiembre de 1997 por el secuestro, tortura y ejecución de seis jóvenes durante un operativo policial en la colonia Buenos Aires, en el centro de la capital del país. Las víctimas aparecieron en un paraje a las afueras de la ciudad.

Cuando a principios de esta década Espinosa Villarreal fue perseguido penalmente por el Gobierno del Distrito Federal, acusado de malversación, huyó a Nicaragua, donde años atrás el divisionario había sido agregado militar. Según el comunicado oficial en el que la SSP anunció el nombramiento del General, una de sus tareas será “la instrumentación del Nuevo Modelo de Policía Federal bajo las premisas de la investigación científica en el combate a la delincuencia”.
Además, será el responsable de “incrementar las capacidades de inteligencia operativa contra el crimen, articular los sistemas de investigación policial con Plataforma México y fortalecer el intercambio de información policial en el combate al delito trasnacional”.

Plataforma México era otro de los ambiciosos proyectos en manos de García Luna, quien apenas en junio presentó al cuerpo diplomático acreditado en México sus características tecnológicas, incluido el Sistema Único de Información Criminal, para el intercambio de información entre todas las policías del país. En el caso de la Policía Federal, el proyecto de ley propuesto por Calderón al Congreso prevé que esa corporación tenga un comisionado nombrado por el Presidente de la República a propuesta del Secretario de Seguridad Pública.

De aprobarse, es de esperarse que esa posición sea ocupada por un militar, pues su jefe inmediato será el General Del Real Magallanes. El viernes 5, el periódico El Universal informó en su portal de internet que el General de división Diplomado de Estado Mayor Sergio Ayón Rodríguez podría integrarse a la Policía Federal. La designación del general Javier del Real Magallanes es el primer nombramiento que hace Calderón de un General de división en activo para realizar funciones de alto nivel en una dependencia ajena a la Secretaría de la Defensa Nacional. El antecedente inmediato es el del General Rafael Macedo de la Concha, designado titular de la Procuraduría General de la República en el Gobierno de Vicente Fox. La llegada de Macedo significó la militarización de los principales cargos de la PGR. Del Real Magallanes se traslada a la SSP desde la comandancia de la Cuarta Región Militar.

Divisionario desde 2004, al igual que el titular de la Sedena, el General Guillermo Galván Galván, pertenece al Arma de Artillería. Ingresó al Ejército en 1961, por lo que le queda un año para pasar a retiro como militar. De acuerdo con su hoja de servicios, fue agregado militar en Centroamérica entre fines de los 70 y principios de los 80, cuando la región padeció intensas guerras civiles. Entre 1977 y 1979, en plena revolución sandinista en Nicaragua, fue ayudante en la agregaduría militar y aérea en Guatemala y en Honduras. De 1983 a 1984 fungió como agregado militar y aéreo adjunto en El Salvador y Costa Rica. Luego, entre 1984 y 1985, estuvo en calidad de agregado militar y aéreo en Nicaragua. Egresado en 1963 del Colegio Militar y con formación en la Escuela Superior de Guerra, entre 1975 y 1977 se desempeñó como ayudante de los entonces secretarios de la Defensa Nacional, Félix Galván López y Juan Arévalo Gardoqui, quien lo envió para formarse en los conflictos centroamericanos. Con Galván López, titular de la Sedena en el Gobierno de José López Portillo, estuvo en la Sección Segunda, dedicada a labores de inteligencia, en el Estado Mayor de la Defensa Nacional, el centro operativo de la Sedena. Ya en el Gobierno de Carlos Salinas, con el General Antonio Riviello Bazán, figuró al frente de esa estratégica Sección. A principios de 2001 regresó a El Salvador, como comandante del contingente militar de ayuda humanitaria, luego de que ese país sufriera un terremoto. Por lo que se refiere al mando de tropa, destacan sus funciones como comandante de la 34 Zona Militar, en Cancún, Quintana Roo; comandante de la Segunda Región Militar, en Mexicali; y, hasta su nuevo nombramiento, de la Cuarta Región Militar, en Nuevo León.

Superpolicía en picada Con el movimiento de Calderón a favor de los militares, García Luna perdió el control directo de la policía unificada, su principal instrumento de poder dentro del gabinete de seguridad, donde han sido constantes sus desencuentros con el Ejército y la Procuraduría General de la República. La confrontación con los militares no es nueva. Se originó desde que jefes castrenses se opusieron a su nombramiento como Secretario de Seguridad Pública por su alegada protección de secuestradores y narcotraficantes. Al final, Calderón lo puso al frente de la SSP con el apoyo de Juan Camilo Mouriño, fallecido en noviembre (Proceso 1671 y 1672).

Las críticas en contra de García Luna se incrementaron a partir de la detención de varios de sus colaboradores como presuntos protectores de narcotraficantes, además de que otros han sido ejecutados en supuesta represalia por acusaciones del mismo tipo. Apenas el jueves 4, el ex Comisionado interino de la PFP, Víctor Gerardo Garay Cadena, y el ex jefe de Operaciones Especiales de la SSP, Francisco Navarro Espinosa, así como los agentes federales Fidel Hernández García y Jorge Cruz Méndez, fueron ya formalmente aprehendidos como presuntos responsables de protección al narcotráfico. A Garay Cadena y Francisco Navarro la PGR les imputa haber dado protección a la organización de los hermanos Beltrán Leyva, mientras que a los agentes se les acusa de dar cobertura a las operaciones delictivas de Jesús “El Rey” Zambada, hermano de Ismael “El Mayo” Zambada, socio de Joaquín “El Chapo” Guzmán, del cártel de Sinaloa.

García Luna recibió otro revés la semana pasada en sus pretensiones de convertirse en el “superpolicía” y, con ello, en el Secretario más poderoso del gabinete de Calderón. La Cámara de Diputados decidió restar facultades a la SSP al aprobar la nueva Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Entre ellas, la presidencia del Consejo Nacional de Seguridad Pública, la principal instancia encargada de la coordinación y definición de políticas en seguridad pública. El Consejo será presidido por el Presidente de la República y, en su ausencia, por el Secretario de Gobernación. Hasta ahora, el Consejo Nacional de Seguridad Pública era encabezado por la SSP.

La presencia de un militar en la Subsecretaría de Seguridad Pública se comentó desde fines del año pasado, cuando el entonces Subsecretario de la Defensa Nacional, el General Tomás Ángeles Dahuare, otro de los mencionados para ser el titular de la Sedena con Calderón, cumplió la edad de retiro.

Fueron insistentes las versiones de que una vez retirado ocuparía algún cargo en la SSP. La incorporación del General Javier del Real Magallanes fortalece el control de los militares en las tareas de seguridad pública. A ello se suma la creciente tendencia de que generales de división retirados pasen a ocupar las secretarías de seguridad estatales.
Por lo menos dos terceras partes de los estados de la República tienen jefes militares al frente de sus secretarías estatales o direcciones municipales de Seguridad Pública. En las dependencias estatales destacan los casos de los generales recientemente retirados Sergio López Esquer y Eugenio Hidalgo Heddy. El primero es Secretario en Veracruz y el segundo en Aguascalientes. En Tabasco, está el General Héctor Sánchez Gutiérrez; en Guerrero, el general Juan Heriberto Salinas Altés; en Puebla, el General Mario Ayón Rodríguez, hermano de quien se menciona como prospecto a ser el comisionado de la Policía Federal, y en Oaxaca, el teniente coronel Javier Rueda Velásquez. Incluso, en el DF recientemente se designó al General Enrique Pérez Casas como Subsecretario de Desarrollo Institucional de la Secretaría de Seguridad Pública.
Presupuesto 2009 A nivel federal, la SSP dispondrá de grandes recursos económicos y humanos que estarán en manos de militares. En el presupuesto de Egresos de la Federación para 2009, esa secretaría tuvo uno de los principales incrementos, incluso por encima de la Sedena: Para el próximo año, la SSP ejercerá un presupuesto de 32 mil 916 millones 838 mil pesos, un aumento significativo respecto a los 19 mil 711 millones 622 mil pesos aprobados para el año pasado.
Los recursos que tendrá se equiparan a los destinados al Poder Judicial en su conjunto.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Consejo de la Judicatura Federal y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dispondrán de 32 mil 539 millones 820 mil pesos.
El presupuesto de la SSP duplica al de la Marina, que el próximo año ejercerá 16 mil millones de pesos. En relación con la Sedena, la diferencia es de 10 mil millones, pues la Defensa Nacional tendrá un presupuesto de 43 mil 623 millones 321 mil pesos. Su aumento respecto al año pasado fue de 7 mil millones. La fuerza de los militares, en particular la del General Del Real Magallanes, frente a García Luna, se reflejará no sólo en las decisiones operativas, sino en el manejo del dinero y de los efectivos policiales.
De acuerdo con el nuevo presupuesto, la SSP tiene autorizadas 50 mil 593 plazas. De ellas, el 75 por ciento (38 mil 340) dependerán del General, pues es el número de efectivos que integrará la Policía Federal. Respecto al año pasado, representa un incremento de 7 mil 274 policías.
Ese aumento de elementos significó que se duplicara el presupuesto para la corporación. De los 7 mil 942 millones aprobados para este año, pasó a 15 mil 248 millones de pesos. En contraste, Facundo Rosas, ahora como Subsecretario de Prevención, Vinculación y Derechos Humanos, dispondrá de 169 millones, que representa sólo el 0.5 por ciento del presupuesto total de la Secretaría. Esa Subsecretaría carecía de titular desde que en septiembre Monte Alejandro Rubido fue designado secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
García Luna, Facundo Rosas y el General Del Real Magallanes coincidieron en los años 90 en el Grupo de Coordinación Interinstitucional del Centro de Investigación y Seguridad Nacional.

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