¿Y yo porqué?

Por: Carlos Calderon

Tras el terrible secuestro y asesinato de uno de los miembros de la familia Martí, se desató una oleada de reclamos y exigencias que removieron aún más el lodoso fondo de las enturbiadas aguas en las que nos encontramos.

La plutocracia de este país nos incluyó a todos los mexicanos , ahora sí, en una marcha más para exigirle al gobierno que cumpla con una de sus funciones más elementales, sin embargo, dentro de sus exigencias no se consideró en ningún momento las necesidades de las clases más desprotegidas de este país, según ellos, su exigencia es la exigencia de toda la sociedad, hecho que demuestra que para ellos, sólo existe el México que ellos ven.

Lo que los convocantes reclaman, es su derecho a transitar tranquilamente ostentando su opulencia sin que sean molestados, mientras que las grandes masas, luchan a diario por sobrevivir en un sistema económico que no les garantiza las más mínimas condiciones para vivir decorosamente. La educación, la salud, la vivienda, etc.., son derechos que estan consagrados en nuestra constitución, sí, LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, aquel enorme libro del que nos hablaron en la primaria, ese enorme libro que pocos conocemos y que, en menor ó en nula medida se cumple.

Dentro de “ese libro”, se encuentran establecidas las normas orientadas a brindarnos la seguridad de que contamos con los factores más elementales para desarrollarnos sanamente como individuos nacidos dentro del territorio mexicano, sin embargo a la fecha, ese tratado de leyes y normas que “rigen” la vida de nuestro país es letra muerta, ha sido ultrajada, manipulada, llevada y traída por intereses mezquinos que sólo han buscado el beneficio de unos cuántos, y esos pocos beneficiados son los que ahora vienen a incluirnos a todos en sus exigencias.

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